Cuando estábamos esperando que el nuevo año llegaría en medio de la esperanza para los secuestrados, el enredado problema que tiene asombrado al país nos prueba, una vez más que los dramas que aquejan a este país no se solucionarán sino a costos inmensos en todos los órdenes de la vida. Ahora, a esperar y anhelar que al final algo positivo salga de todo esto.
Porque dependiendo de lo que resulte en las próximas horas, es seguro que van a pasarse cuentas de cobro. Lo que significa que nuevos conflictos son previsibles infortunadamente.
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