En la lucha por encontrar los sustitutos al petróleo, se ha hablado durante años de la energía solar, que hasta ahora no ha sido muy prometedora, por resultar los sistemas de su empleo poco eficientes. En efecto, dos técnicas permiten producir energía eléctrica a partir del sol. La primera, fotovoltaica, convierte directamente la luz en electricidad. Es la que se adapta a los techos de las casas, pero no genera una producción importante. Pero la segunda, que utiliza le energía solar para calentar agua, permite montar centrales de buena potencia (hasta 100 MW), pero requiere una superficie de suelo importante (unas 2 hectareas por MW).
La energía solar representa actualmente 0,04 % del consumo mundial de electricidad."Los desiertos cálidos cubren alrrededor de 36 millones de Km2 sobre los 149 millones de Km2 de las tierras emergidas del planeta", explica el físico Gerhard Knies, inspirador del proyecto TREC (Trans-Mediterranean Revewable Energy Cooperation). La energía solar que golpea cada año 1 km2 de desierto es de 2,2 térawatthoras (TWh), o sea 80 millones de TWh par año. Ello representa una cantidad de energía tan considerable que 1 % de la superficie de los desiertos sería suficiente para cubrir las necesidades de toda la humanidad." Por tanto, debería ser posible, multiplicando, las centrales solares en el desierto, alimentar llos países vecinos.
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