viernes, 26 de junio de 2009

español típico

El siguiente es un artículo cuya "mala leche" sólo puede venir de un español:

¿Qué pasa ahora con los tres niños de Michael Jackson y con el dinero que van a heredar? ¿Se los quedará la abuela Katherine, que es la que los está cuidando? ¿Conseguirá la ex enfermera, ex esposa de Jackson y ex madre de sus dos hijos mayores -hace diez años que ni los ve ni los huele-, Debbie Rowe, alzarse con la custodia, como pretende? ¿Se verán así los dos hermanos mayores separados del pequeño, que ni siquiera tiene madre conocida? La muerte del Peter Pan del pop promete ser tan complicada como su vida.

¿Es capaz Michael Jackson de haber llevado su originalidad hasta el punto de morir sin testar? Ayer circulaban especulaciones en este sentido, junto con otras afirmando que Jackson habría dado orden hace poco de cambiar sus última voluntad para legarle a Paul McCartney los derechos de las canciones de los Beatles, que el mismo Jackson compró en 1995 por 47,5 millones de dólares. Sir Paul le retiró la amistad y el saludo por esta razón.

Los royalties de los Beatles han sido uno de los puntales más sólidos de Jackson a través de años de tempestad financiera. Peter Pan amasaba fortunas irreales con una mano y deudas surrealistas con la otra. Murió debiendo unos 500 millones, pero se habría podido arruinar mucho antes de no haber ganado en los últimos 25 años unos 400 millones de dólares a cuenta de los Beatles. Estos ingresos superaban incluso los 300 millones de dólares que en el mismo período le rentaron sus propias canciones.

Sólo con «Thriller» obtuvo 125 millones. Lo malo es que sus ganancias crecían en progresión aritmética mientras sus gastos lo hacían en progresión geométrica. Alrededor de 1999 Jackson ganaba 11 millones al año pero gastaba 31 millones, y nunca corrigió esta tendencia. Lo que hacía era vender esto y aquello, endeudarse por aquí y por allá. Su misma reaparición este verano en Londres tenía que ser una válvula de escape financiera que al final ha degenerado en desastre para los promotores: después de gastar 20 millones por adelantado, se calcula que tendrán que devolver 85 millones en entradas vendidas. De todos modos ahora puede invertirse la tendencia. Financieramente Jackson puede valer más muerto que vivo: porque todo lo suyo sube de valor como la espuma y en cambio él ya no está para gastarlo. Su mayor dispendio fue siempre su vida privada. Fue generoso en el divorcio con Lisa Marie Presley, que ayer se fustigaba en su blog por no haber tenido fuerzas para ayudarle más. Fue más generoso aún con su segunda ex mujer o más bien madre de alquiler profesional, Debbie Rowe, que se embolsó una bonita cifra por parir a Prince Michael I (12 años) y Paris Catherine (11), renunciar a la custodia y desaparecer del mapa.

En 2005 Debbie Rowe hizo incluso un conato de renunciar a todo derecho sobre sus hijos, aunque luego se retractó. Sobre esta base puede ahora reclamar la custodia. Está por ver si la familia Jackson acepta o presenta batalla, alegando su condición de madre radicalmente absentista hasta ahora. Más el detalle de que entregarle la custodia implicaría separar a Prince Michael I y Paris Catherine del pequeño Prince Michael II (7 años), más conocido como Blanket (Manta). Blanket fue concebido con esperma de Jackson con una madre que ni siquiera se conoce.

Murió debiendo unos 500 millones; se había arruinado antes de no ser por los 400 millones que ganó a cuenta de los Beatles ¿Lucharán los Jackson por mantener unida a la familia? ¿O aceptarán un reparto salomónico, dos niños para ti, uno para mí, y un trozo de pastel millonario para cada lado? No son buenos tiempos para ser niño en el País de Nunca Jamás.

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