* Reelegido Ahmadinejad a la Presidencia de Irán. Para gran dolor de los Occidentales que esperaban su derrota. Y también de quienes, dentro del país, tenían la ilusión de que su rival Moussavi, más moderado que el dictatorial mandatario actual, lograría ganar las elecciones, poniéndole fin al aislamiento del país. La frustración por la derrota, que los partidarios de Moussavi atribuyen al fraude, ha provocado manifestaciones violentas en Teherán, algo completamente insólito desde la Revolución de Jhomeini hace 30 años.
Todo lo cual es un indicador de que, independientemente del resultado de la elección actual, Irán ha cambiado y en un futuro, más temprano que tarde, la rígida teocracia que lo gobierna, llegará a su fin.
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