Muy graves los enfrentamientos entre el Poder y los indígenas en el Perú. En ello se ve sin ninguna duda la mano de Evo Morales que está intentando arrastrar a su vecino a las guerras raciales que tanto ha promovido en Bolivia.
Y Colombia no puede descuidarse, porque con toda seguridad ya se está trabajando en el mismo sentido, con la eficaz colaboración de nuestro vecino, Ecuador, que, bajo la batuta de la república bolivariana, marcha al mismo compás que el Altiplano.
Ojalá acá no se caiga, como siempre ha ocurrido, en la tradicional costumbre de mirar para otro lado hasta cuando las cosas ya se han puesto color de hormiga.
Tal parece que las dificultades tienen que ver con un decreto de estímulo a las inversiones en la zona amazónica que los indígenas alegan que no les fué consultado (como suele ocurrir aquí) y que tiene que ver con la decuación a ciertas condiciones forestales del TLC que ese país celebró con Estados Unidos.
Así que es necesario prever desde ya las estrategias y desde luego el respeto de los derechos de os indígenas y otras comunidades afectadas, cuando se celebre nuestro tratado, si es que eso llega a ocurrir, claro está.
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