Anuncia El Pais de España que el gobierno de ese país va a recusar dos magistrados del Tribunal Constitucional por ser conservadores. Aparentemente el gobierno quiere asegurar la aprobación de algún proyecto, y ha resuelto acudir a la jurisprudencia de las repúblicas bananeras, que prescribe la "neutralización" de los magistrados cuyas ideas no son las oficiales, es decir, las que el gobierno del país sostiene.
Semejante actitud no es sorprendente si se tiene en cuenta la folclórica política del Presidente Rodríguez Zapatero, quien, entre otras cosas, no acaba de cobrarle a los del otro bando la muerte de su abuelo durante la Guerra Civil. Pero decepciona a quienes han creido que España, de verdad, ya se había merecido su traslado desde el continente africano, donde la envió Napoleón, al europeo, donde ellos pretendían haber llegado.
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