miércoles, 10 de octubre de 2007

Porqué los colombianos hablan. . .

. . tan raro ? Desde hace tiempo vengo creyendo que el ascenso social de numerosas personas determinó hace años una especie de ansia por la pseudo-sofisticación del lenguaje. Se empezó con expresiones como 'vaso con agua'. La persona pseudo-culta razona en el sentido de que el vaso no está 'hecho de agua', por lo que no se debe decir "vaso de agua'. Es un ejemplo banal pero ilustrativo que ilustra bien la tendencia, con su tonta pretensión de cambiar las reglas del lenguaje por las de la lógica. Hoy en día reina con poder indestronable el "regáleme": una bobería que, aparentemente, forma parte de las instrucciones ridículas de los cursos de inducción al empleo. "Regáleme su firma" -habráse oido mayor idiotez ? los ejemplos son numerosísimos. Pero al lado de estos esfuerzos por lograr la perfección verbal, que vienen como se dijo de las aspiraciones sociales, hay otras expresiones que han llegado directamente por la vía de la importación. Por ejemplo, según parece, el uso reiterado del "colocar" que es una peste que azota a Bogotá, vino de México. Y de la Argentina nos llegó el "de que', como en "yo pienso de que", el cual tiene un subproducto que es el odio al de queísmo, el cual cae en el extremo contrario: no usarlo cuando se requiere. Una epidemia aún más grave es el "leísmo", que llegó con fuerza arrolladora de España: nos permitimos invitarLE. Poco a poco seguiremos examinando este tema.

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