Imagenes

-Que visión del mundo tenían las gentes de los siglos pasados ? Hacia fines del siglo XVIII lo que podría verse en la sala o los cuartos de la casa serían el retrato de familia, la estampa del entorno, el óleo ilustre, la figura religiosa o la muestra de comercio que se adornaba con dibujos, emblemas y símbolos. Los periódicos, ellos mismos escasos y más bien de existencia fugaz, acaso si contenían algún grabado, algún paisaje debido a la mano de un artista, y las viñetas y colofones que adornaban la edición. La publicidad, como hoy la conocemos era inexistente. Las noticias, por su parte, eran narradas, y si se referían a otros lugares tenían el sabor de lo ajeno y acaso de lo puramente anecdótico. Si venían del extranjero, portaban el espíritu de lo remoto en el mismo añejamiento de sus fechas. Quedaba el libro de lujo, que constituia una forma de la obra de arte, ajeno totalmente a la, esa si, actualidad palpitante de los libelos, textos polémicos, controversias etc. que se imprimían en papel de mala calidad y cuyo texto estaba destinado a correr rapidamente de mano en mano. El cartel o el affiche, no habian nacido. A la manera de "monitos" existían las aleluyas de ciegos exhibidas en las ferias. Pero los ciegos de aleluya, que narraban sucesos historicos o fabulosos, o comentaban el crimen horrendo de otra parte eran escasos y mal atendidos. Las personas recibían informaciones, noticias de interes general, avisos, advertencias, disposiciones legales a través de la letra impresa. Se leía mucho y se miraba poco. Hoy "se mira" más que se lee.
Nuestra era de la imágen, con su tropel alucinante de símbolos, señales, colores y destellos fugaces ha conformado un universo de inmediatez, urgencia y presión que aún los sicólogos no han terminado de analizar. Esta sociedad de lo transeunte impide que exista una verdadera reflexión y quizas también una verdadera cultura en el sentido de conocimiento racional y reflexivo, para ser reemplazada por la dictadura de la impresión visual y emocional, desde la cual la humanidad es conducida hacia los intereses del consumismo.