jueves, 2 de agosto de 2007
Reformas legales
Hubo una época en que las reformas de la ley se hacían con sumo cuidado, no solo por el contenido sino por la forma. Eso ya no ocurre; hoy en día las leyes son confusas y contradictorias. Parecería que sus redactores no analizaran las implicaciones de lo que se ordena, desde diferentes puntos de vista. No más expedida la norma, aparecen incontables reparos y observaciones sobre los peligros de aquello que fué aprobado. Y en cuanto al idioma empleado, los defectos suelen ser desalentadores; mal escritas, sin respeto por la concordancia y la claridad, las estipulaciones se revelan incomprensibles y torpemente redactadas, para no hablar de novedades funestas como el "leismo', perniciosa importación española. Y todo ello, sin tener en cuenta que el objetivo muchas veces buscado, es desvergonzadamente interesado y además inconstitucional.
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