martes, 29 de julio de 2008

Doha

El fracaso de la ronda de Doha refleja simplemente las nuevas fuerzas económicas del mundo. La idea de que las economías se abrirían más al comercio mundial ha sufrido un duro golpe, del que no va ser fácil que se recuperen las esperanzas de los países no desarrollados de encontrar un tratamiento más favorable en los grandes mercados. Porque cuando Europa y Estados Unidos parecían más dispuestos a ceder en su política de subsidios para la agricultura, han sido China e India quienes han manifestado que no renunciarán a su libertad de subir los aranceles cuando consideren que afectan a sus intereses comerciales y de producción. De manera que lo que ha quedado en claro es que esas grandes  y nuevas potencias sereservan aplicar el proteccionismo. Y al final, no habrá acuerdos comerciales  a escala mundial. 

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